El artista gallego Andrés Suárez visitará Valladolid dentro del ciclo de conciertos CONEXIÓN VALLADOLID

La Sala Blanca del LAVA (Laboratorio de las Artes) de Valladolid acogerá el próximo 22 de junio el concierto de Andrés Suárez. Las puertas se abrirán a las 21:00 horas y a las 21:30 horas comenzará la actuación del vallisoletano Vila Chinaski como artista invitado. Las entradas están a la venta únicamente de forma online a través de las plataformas Ticketea y Wegow. El concierto se engloba dentro del ciclo de Conexión Valladolid.

Vitalista, alegre, expansivo… vuelve Andrés Suárez con ‘El corazón me arde’, primer adelanto de su nuevo álbum.. Las guitarras eléctricas y los órganos conducen este poderoso tema con tratamiento de auténtico rock, una canción que deja atrás antiguas melancolías y el aire introspectivo de su anterior “Mi pequeña historia”, como si quisiese ofrecer un aperitivo de la nueva gira.

Cartel de Andrés Suárez en Conexión Valladolid

Para grabarlo, Andrés se fue con los músicos de su gira, a los que se refiere como «el bandón», a los estudios Music Lan de Girona. Tocando todos a la vez, como en los directos, hicieron las tomas que se convertirían en las 14 canciones más un bonus-track de ‘Desde una ventana’, un título que habla de la indiscutible apertura al mundo del cantautor gallego. “Es una ventana abierta al mar, a la playa, a la luz, desde la mirada de una persona que atraviesa un momento sentimentalmente agradable, un momento de felicidad”, razona.

Es un álbum cocinado a fuego lento, en el que Andrés ha trabajado durante seis meses, y en el que además de rock se puede encontrar folk e incluso fado. “Lo escucho y suena a mí”, resume el artista, que confiesa que durante su grabación jamás tuvo la sensación de estar trabajando en un estudio. “Era como tocar en directo. Me parecía estar en Libertad 8”, afirma, en referencia al pequeño club de Madrid donde comenzó a ganar popularidad tras dar el salto desde Galicia a la capital de España.

La producción corrió a cargo del argentino Adrián Schinoff, con Andrés Litwin y Suárez como coproductores y con las mezclas de Bori Alarcón. Entre todos ellos dieron forma a esta especie de rompecabezas de piezas dispares que, ensamblado, refleja mejor que ningún otro trabajo la personalidad del artista gallego.